El pacto está pendiente de la ratificación por parte de la dirección de los agentes sociales
(el pais.com)
La amenaza que pesaba sobre 2,5 millones de trabajadores se disipa. Sindicatos y empresario han acordado que se prorroguen los convenios no renovados siempre que las negociaciones continúen con posibilidades de llegar a un pacto. Se pone así la primera piedra para evitar que centenares de miles pierdan los convenios que regulan ahora su sueldo, su horario, su categoría laboral o su régimen disciplinario.
El preacuerdo entre UGT, CC OO, CEOE y Cepyme se rebricó el martes por la tarde por los negociadores de las cuatro organizaciones y todavía tiene que ser ratificado por las direcciones. Pero si todo va según lo previsto se firmará el jueves 23 de mayo por la tarde, apuntan fuentes de la negociación.
La reforma laboral acabó con la prórroga indefinida de los convenios colectivos hasta que se pactaba uno nuevo. La limitó a un año una vez caducado. Y dio un plazo de 12 meses desde que se publicó en el BOE, el 7 de julio de 2012, para renovar los convenios que se negociaban entonces. Si llegado ese momento, no se rubrica uno nuevo, trabajadores y empresarios pasan a regirse por el pacto de ámbito superior (si desaparece un convenio de empresa, el nuevo marco será el del sector; y si no lo hay, el suelo será el Estatuto de los Trabajadores). Este complicado proceso, donde se produzca, se traducirá en un deterioro de las condiciones laborales: los convenios colectivos tienden a mejorar la ley y los pactos de empresa, lo que recogen los convenios sectoriales.
En concreto el pacto al que han llegado los agentes sociales recomienda a los negociadores de convenios en empresas y sectores no permitan que los convenios no prorrogados decaigan el próximo 7 de julio, al menos mientras las conversaciones estén abiertas y haya posibilidad de alcanzar un pacto. No obstante, el pacto también contempla la posibilidad de que las negociaciones lleguen a un callejón sin salida. En ese punto, lo que propone el pacto es acudir a los mecanismos de mediación y arbitraje existentes.
La reforma laboral acabó con la prórroga indefinida de los convenios colectivos hasta que se pactaba uno nuevo. La limitó a un año una vez caducado. Y dio un plazo de 12 meses desde que se publicó en el BOE, el 7 de julio de 2012, para renovar los convenios que se negociaban entonces. Si llegado ese momento, no se rubrica uno nuevo, trabajadores y empresarios pasan a regirse por el pacto de ámbito superior (si desaparece un convenio de empresa, el nuevo marco será el del sector; y si no lo hay, el suelo será el Estatuto de los Trabajadores). Este complicado proceso, donde se produzca, se traducirá en un deterioro de las condiciones laborales: los convenios colectivos tienden a mejorar la ley y los pactos de empresa, lo que recogen los convenios sectoriales.
En concreto el pacto al que han llegado los agentes sociales recomienda a los negociadores de convenios en empresas y sectores no permitan que los convenios no prorrogados decaigan el próximo 7 de julio, al menos mientras las conversaciones estén abiertas y haya posibilidad de alcanzar un pacto. No obstante, el pacto también contempla la posibilidad de que las negociaciones lleguen a un callejón sin salida. En ese punto, lo que propone el pacto es acudir a los mecanismos de mediación y arbitraje existentes.
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