Energías
renovables, eólica y energía solar fotovoltaica, para el abandono de la energía
nuclear en Alemania
REVE
El “Energiewende”, o plan de reconversión
energética aprobado hace cuatro años, tiene como objetivo reemplazar la energía
nuclear y de origen fósil (es decir, el gas natural, el carbón y el petróleo,
carbón) por energías renovables (como la eólica, la solar y la biomasa)
buscando la protección del medio ambiente, costos asequibles para la población
alemana y la seguridad energética del país.
La semana pasada, Alemania alcanzó un nuevo récord
mundial al producir sus centrales de energía solar fotovoltaica 22 gigavatios
de electricidad por hora, lo equivalente a la producción de 20 centrales
nucleares. Actualmente la capacidad instalada de Alemania para generar esta
energía fotovoltaica es similar a la del total del resto del mundo y provee
cerca del 20% de la energía que consume el país.
Este logro es el resultado de una política
energética cuidosamente diseñada e implementada por parte de los alemanes: El
“Energiewende”, o plan de reconversión energética aprobado hace cuatro años,
tiene como objetivo reemplazar la energía nuclear y de origen fósil (es decir,
el gas natural, el carbón y el petróleo, carbón) por energías renovables (como
la eólica, la solar y la biomasa) buscando la protección del medio ambiente,
costos asequibles para la población alemana y la seguridad energética del país.
El plan tiene como objetivo para el 2020 generar
con renovables el 35% de la energía, reducir las emisiones de gas de efecto
invernadero en un 40% desde los niveles de 1990 y disminuir el consumo de
energía en un 20% en comparación al 2008; mientras que para el 2050, las metas
son del 80%, 90% y 50%, respectivamente.
Según la Agencia Internacional de Energía, la
electricidad renovable pasó de representar el 6.3% en el 2000 a cerca del 30%
en el primer trimestre de este año e, incluso, en días soleados y con
suficiente viento, los paneles solares y las turbinas eólicas proveen hasta la
mitad de la demanda de electricidad del país.
Hoy en día el sector de la energía renovable en
Alemania, uno de los más innovadores y exitosos en el mundo, genera alrededor
de 400.000 empleos directos superando ampliamente a los que genera el sector
energético convencional. Esta potencial industrial ha logrado separar su
crecimiento económico de las emisiones de gas de efecto invernadero y está en camino
de cumplir su meta trazada en el Tratado de Kioto sin acudir a mecanismos de
flexibilidad.
Los teutones, sin embargo, enfrentan grandes retos
como, por ejemplo, construir grandes redes de alta tensión y optimizar las ya
existentes para poder transportar la energía generada por los 29 parques
eólicos ubicados en el Mar del Norte y en el Báltico hasta las zonas
industriales del sur de Alemania y, a la vez, garantizar que esos molinos de
viento no afecten los ecosistemas marinos.
En otras latitudes más tropicales, nos podríamos
preguntar cómo estamos aprovechando el sol y el viento que también “producimos”
–y padecemos en algunas zonas. En el país en donde se anuncian con bastante
pompa y fanfarrea nuevas “políticas revolucionarías” cada cinco o diez años,
¿qué planeamos hacer para reconvertir nuestro sistema energético con el fin de
detener la destrucción de nuestros ecosistemas y recursos naturales?
En el marco de la nueva Ley 1715 de 2014 que
promueve el aprovechamiento de las fuentes no convencionales de energía, así
como al fomento de la inversión, la investigación y el desarrollo de
tecnologías limpias, ¿qué metas concretas e indicadores de seguimiento claros
se han establecido para lograr su objetivo? El Energiewende es una estrategia
respaldada por inversiones millonarias, ¿en Colombia cuántos recursos de van a
destinar? Me parece que son algunas preguntas que nos debemos plantear para que
el proyecto no se quede sin energía.
Mateo Trujillo, www.mateotrujillos.blogspot.com
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