miércoles, 20 de agosto de 2014

y dale con el FRACKING...esto es de grupos de presión


 

 

 

El curso de La Granda dedicado a analizar el sector energético español concluyó ayer con un mensaje de futuro para el carbón nacional, toda vez que ponentes como el ingeniero de minas Vicente Luque Cabal, que fuera responsable de energía y transportes en la Comisión Europea, consideran que hay vías para su continuidad más allá de 2018.

 

El camino es la explotación como Obligación de Servicio Público en un marco que permite las ayudas al sector, siempre que no sean subvenciones directas del Estado y donde se obligaría a las empresas a competir entre ellas en el suministro a las centrales térmicas. «Todo eso tendría que hacerse de forma que el coste sea mínimo, dando preferencia al carbón más barato», una medida que podría beneficiar, entre otras, a las explotaciones del Occidente asturiano.

 

«España necesita una Ley General de la Energía en la próxima legislatura»

«Es necesario un Pacto sobre la Energía entre los partidos»

 

 

Posibilidades del fracking

 

Pero la energía en Asturias también se podría escribir con las nuevas tecnologías extractivas, como la fractura hidráulica o fracking, con enormes posibilidades para obtener gas y petróleo a unos menores costes y que Vicente Luque defiende.

 

«¿A qué responde la oposición al fracking? Todo se viste de enormes riesgos, pero hay riesgos en todo. En Asturias, con la explotación de las minas de carbón, hemos producido fracking de forma masiva y no pasa nada. El Ruhr está hundido 20 metros. Existen estudios sobre sismicidad inducida y no existen riesgos», reflexiona.

 

Frente a esto, esta explotación podría implicar conseguir gas de «una forma importante, lo que nos haría depender mucho menos de los países productores, de Oriente Medio». Luque se pregunta por la financiación de los movimientos contra la fractura hidráulica. «El fracking puede significar que a Rusia se le terminen los contratos de gas que está mandando. Y existen unas grandes infraestructuras que se deben mantener. A Estados Unidos no le interesa el fracking en Europa, porque a su industria química, por ejemplo, le va muy bien porque tiene el gas a la mitad de precio que en Europa y mucho más barato que en Japón», comentó.

 

En conclusión, «existen unos riesgos, pero hay que escuchar los consejos y opiniones de los técnicos. Sería necesario un buen debate, incluso desde el punto de vista social».

 

Luque denunció que las políticas energéticas se están fijando «con unos criterios que responden al cambio climático», sin que se estén cumpliendo ningunas previsiones, tanto de emisiones como del clima.

 

No hay comentarios: