miércoles, 20 de junio de 2018

LA DESPERSONALIZACIÓN DEL DAÑO



Recientemente he leído un artículo que hablaba de que actualmente nos damos cuenta de que poco a poco la tecnología tiende a separarnos de nuestros propios actos, de nuestra responsabilidad sobre ellos y lo peor, de su gravedad moral. En muchas decisiones muy importantes y críticas lo que tiene delante quien las toma es un botón que no cuesta nada apretar. Así que uno aprieta el botón y se desentiende de lo que pasa al otro lado del cable al que está unido. Y lo que sucede es que al otro extremo del cable hay alguien que cumplirá la orden pero tampoco se responsabilizará de sus actos porque no lo realiza a título personal. Es terrible, no se debería poder hacer daño a otra persona sin sentir su dolor y cargarlo para siempre en la memoria.

Y se me ha ido la mente a trasponer esta situación a un documento en blanco (el papel lo aguanta todo), donde se regulan situaciones que nos afectan a los trabajadores. Y concretamente se me fue al procedimiento donde se regula el MIDE (herramienta para valorar capacidades), no sé por qué. Qué bueno sería que quien escribe y regula ciertos temas tan sensibles hiciera esta reflexión pero sobre todo la hiciera quien lo aplica después, quien también alegará que no lo hace a título personal por lo que no es responsable tampoco. Ahí ya personalizamos, aun así nos ponen una mala valoración pero no es responsabilidad de nadie.

No nos olvidemos que las cuentas de resultados de las  empresas las consiguen las personas.


(articulo opinion de un trabajador)

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