La cafeína es estupenda, pero no siempre adecuada.
En primer lugar, quisiera felicitar y a la vez pedir disculpas a la persona que firma como “Obtuso” por su comentario “que lío de artículo”. Estoy completamente de acuerdo con ese comentario. Desgraciadamente en esta segunda parte, debido a que como todo el mundo sabe, “segundas partes nunca fueron buenas”, he sido incapaz de mejorarme y he dado origen a un escrito más confuso que el anterior.
Para empezar con el artículo propiamente dicho, quisiera aclarar que mi panegírico en favor de la cafeína, no debiera llevar a aquéllos que actualmente se sienten bien sin tomarla a empezar a consumirla. Ya advertía en el escrito de que tiene propiedades beneficiosas, pero puede en algunos casos producir efectos adversos. Para los que no quieren tomar ni cafeína, ni teína, mejor tomar, por ejemplo, rooibos, que es muy beneficioso, pero ¡ya me estoy liando!, porque no era mi intención seguir por el momento con el tema de las infusiones.
Resumiendo, la cafeína es estupenda, pero no siempre adecuada.
En cambio de lo que no cabe ninguna duda de que todo son ventajas es del buen ambiente laboral en una empresa.
A veces determinadas medidas empresariales, que a algunos pueden parecer menores, llegan a tener realmente impacto en la cuenta de resultados.
Para empezar con el artículo propiamente dicho, quisiera aclarar que mi panegírico en favor de la cafeína, no debiera llevar a aquéllos que actualmente se sienten bien sin tomarla a empezar a consumirla. Ya advertía en el escrito de que tiene propiedades beneficiosas, pero puede en algunos casos producir efectos adversos. Para los que no quieren tomar ni cafeína, ni teína, mejor tomar, por ejemplo, rooibos, que es muy beneficioso, pero ¡ya me estoy liando!, porque no era mi intención seguir por el momento con el tema de las infusiones.
Resumiendo, la cafeína es estupenda, pero no siempre adecuada.
En cambio de lo que no cabe ninguna duda de que todo son ventajas es del buen ambiente laboral en una empresa.
A veces determinadas medidas empresariales, que a algunos pueden parecer menores, llegan a tener realmente impacto en la cuenta de resultados.
He realizado una pequeña encuesta acerca de lo que opinaba la gente sobre los últimos cambios en los puntos de pausa. La mayoría de las personas consultadas se mostraban indignadas por las mismas.
Bien es verdad que el número de consultas ha sido pequeño para considerar que el tamaño de la muestra pudiera ser significativo.
Por otra parte, aunque hubiera preguntado a más gente, la forma de elección del grupo no hubiera podido ser suficientemente representativa.
No me vaya a pasar a mí, lo que ocurrió en EEUU en una época en que sólo una minoría tenía teléfono. Se les ocurrió hacer una encuesta, de las que ahora están muy de moda, para pronosticar qué partido iba a ganar las próximas elecciones. Eligieron para ello a un grupo que se suponía suficiente de gente para las encuestas. El fallo fue que las preguntas las hicieron por teléfono. Los astutos expertos en estadística que diseñaron el muestreo, probablemente acertaron cual fue el partido más votado entre los que tenían teléfono. Lamentablemente, no consiguieron adivinar el partido ganador de las elecciones.
RESUMIENDO: Aunque no pretendo que mi mini-encuesta sea científica, si podría asegurar que el conjunto de medidas, unas más que otras, adoptadas en nuestra empresa en Madrid, relativas a los puntos de pausa, han causado un mal estar nada despreciable.
Por supuesto, hay quienes han dicho que hay cosas más importantes que los puntos de pausa. Desgraciadamente, los que dicen eso, suelen estar más disgustados por otro tipo de motivos.
Las empresas analizan en ocasiones determinadas medidas a tomar, por ejemplo, para ahorrar costes, de forma superficial. No tienen en cuenta que a veces lo que parece nimio puede ser importante.
En ocasiones, pequeñas variaciones de condiciones iniciales hacen que un sistema evolucione de forma muy distinta. Un ejemplo de ese tipo de sistemas es el que se obtiene mediante modelos matemáticos para la predicción meteorológica. Diferencias mínimas en la especificación de los datos de partida, hacen que nos vayamos a la playa, porque va a hacer un sol espléndido, pero después tengamos que encerrarnos en el hotel a causa de las lluvias torrenciales. Dicho sea esto sin el más mínimo ánimo de crítica hacia los meteorólogos, que por otra parte cada vez aciertan a más días vista.
El estudio matemático de que cosas insignificantes pueden tener mucha trascendencia, se denomina “teoría del caos” y tiene relación con la denominada “teoría de catástrofes”.
Hay un ejemplo que a mi me parece muy poético que dice: “el aleteo de las alas de una mariposa pueden provocar un tsunami al otro lado del mundo” . (Buscar en
Aprovecho para recomendar a los que no la hayan visto una entretenida película llamada “El efecto
mariposa”. Su protagonista cuando su vida se va convirtiendo en una catástrofe, tiene en ocasiones la posibilidad de viajar hacia atrás en el tiempo y corregir lo que supuestamente hizo que las cosas no fueran bien. Desafortunadamente, los resultados no van siendo los que él hubiera querido.
No obstante, para cosas difíciles hay una que realmente lo es. La de salir de la crisis con ideas tan brillantes como las propuestas últimamente por
A mí me resulta difícil de comprender cómo un señor que ha sido acusado de delitos importantes relacionados con la gestión de sus empresas, en especial Air Comet, no ha dimitido del cargo de presidente de esa asociación de empresarios.
Por supuesto que siempre deberíamos tener en cuenta la presunción de inocencia, pero si esos problemas los hubiera tenido yo, estoy convencido de que hubiera dimitido, aún en la hipótesis de tener la conciencia absolutamente tranquila.
No voy a perder el tiempo analizando una a una las medidas propuestas, porque pienso que muy pocas de las mismas podrían tomarse mínimamente en serio.
Por otra parte, la verdad es que alguien que había dicho una frase tan buena como la siguiente: “yo no hubiera elegido Air Comet para volar a ningún sitio”, que hubiera sido la envidia de los hermanos Marx, no parecía que pudiera superarla de ningún modo.
No obstante, si que creo que ha habido frases o propuestas aún mejores. Me refiero a la medida, ya retirada, sobre los contratos precarios para menores de 30 años. ¿Cómo es posible que alguien con un mínimo de sentido común, pueda imaginar contratos para menores de tal forma que además de bajo salario se les eliminen cotizaciones, costes de despido y prestaciones por desempleo?
Si yo argumentaba antes que pequeñas cosas pueden originar grandes consecuencias, no tengo palabras para barbaridades de este tipo.
¿No se dan cuenta que trabajadores captados en estas condiciones difícilmente van a ser integrables en una empresa de forma que rindan de manera adecuada, más allá de la que les pueda ocasionar el temor de ser despedidos? ¿Tampoco entienden que incluso cuando esos jóvenes cambien de empresa, salvo que ese cambio sea muy positivo, será complicado que lleguen a ser trabajadores con una productividad minimamente correcta?
EPÍLOGO: Con empresarios que hacen propuestas de este tipo, no es factible salir de la crisis. Si no se entiende la importancia de un buen ambiente laboral, no se puede incrementar la productividad y por lo tanto
http://megafonocomisiones.blogspot.com/
2 comentarios:
gracias persona de ccoo, qeda mas claro
pues no se que queda mas claro
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