El plan de ajuste del Gobierno y la reforma laboral que, a juicio de los sindicatos, recorta derechos de los trabajadores por abaratar y facilitar el despido tendrán como respuesta una huelga general. Pero habrá que esperar a la vuelta de vacaciones, a septiembre, para llevar a cabo la contundente protesta. Así lo confirmarán este martes los secretarios generales de CC OO y de UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. Las dos organizaciones valoran hacer coincidir la huelga española con la jornada reivindicativa de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), prevista para el miércoles 29 de septiembre.
Un delicado y laborioso periodo se abre pues. CC OO y UGT tendrán que mantener vivo en los próximos meses el malestar surgido en la sociedad por el recorte salarial de los empleados públicos para los seis últimos meses de 2010; por la congelación de las pensiones en 2011; y por la reforma laboral que modifica el Estatuto de los Trabajadores a favor de los empresarios. Al posponerse a septiembre la huelga general, CC OO y UGT dejan abierta la puerta a que entre los motivos de la protesta figuren otros "posibles decretos que atenten contra las pensiones y contra la negociación colectiva", comentaron fuentes sindicales a la vez que señalaron que "esos son nuestros últimos temores".
Ambas centrales habían pensado, en principio, convocar la huelga en la última semana de junio, pero el tiempo apremia y la convocatoria de un paro de estas características "no es un juego", remarcó el responsable de Comunicación de CC OO, Fernando Lezcano.
Ante los micrófonos de RNE hizo hincapié en que una huelga general "es algo muy serio". "La consideramos el último recurso y su preparación no se improvisa, requiere un esfuerzo en las empresas y en los centros de trabajo en un pador de decreto de reforma laboral está "claramente inclinado" hacia los intereses empresariales. Su responsable de Acción Sindical, Antonio Ferrer, afirma que las medidas reflejadas producirán una "mayor dualidad en el mercado de trabajo". Desde la sede de su organización insistió en que el texto "atenta" contra el principio constitucional de igualdad, puesto que el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) financiado por los empresarios, va a proteger a los trabajadores "con contrato de fomento del empleo indefinido" y deja fuera a los ocupados "con un contrato indefinido de carácter ordinario".
Además, el borrador rompe la fuerza vinculante de los convenios "otro precepto constitucional" dado que el Gobierno ha abierto una vía para aumentar el poder discrecional del empresario, para que las materias pactadas en los acuerdos colectivos puedan romperse unilateralmente.
Ferrer también se quejó de que sobre el nuevo fondo de capitalización que entrará en vigor en 2012 se desconoce todo. "No sabemos si al final vamos a ser los trabajadores los que paguemos nuestras indemnizaciones", dijo.
El responsable de Acción Sindical de UGT y su homólogo en CC OO, Ramón Górriz, han solicitado al Ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, una reunión urgente, de carácter extraordinario, de la comisión de seguimiento del diálogo social (foro de debate y negociación entre Gobierno y atentes sociales) para "ser informados de las medidas del plan de austeridad del Ejecutivo. Es un intento desesperado de corregir el borrador de decreto que casi con toda seguridad se convertirá en norma.
El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, defiende una opinión muy distinta de la de los sindicalistas. Advirtió de que lo único que se conseguirá con una huelga general es perjudicar más la marcha de la economía, según recoge la agencia EFE. Instó a CC OO y UGT a que "dejen a un lado el inmovilismo y tengan altura de miras" para que se fijen en lo que se ha hecho en el resto de los países de la Unión Europea en los últimos años. "El país no está para huelgas. Todos debemos arrimar el hombre en la dirección adecuada", concluyó. Desde CEPYME tampoco se comparte el proyecto de CC OO y UGT.
"Que el país no está para huelgas es obvio. Pero eso lo tiene que pensar el Gobierno", respondió Lezcano. "De todos los que cuestionan que la huelga general sea la respuesta adecuada nadie me ha sabido decir cuál puede ser otra protesta que tenga la misma eficacia", explicó. Y ante el escaso resultado del paro de 24 horas organizado entre los empleados públicos, el portavoz de CC OO resaltó que "nosotros (los sindicalistas) no estamos plenamente satisfechos, pero tampoco nos hacemos eco de una situación catastrofista que mantienen sectores interesados".
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