Han pasado muchos años desde que Manolo Oliva, y muchos otro y otras, iniciaron el camino de defensa de los intereses de la clase obrera.
Desde entonces, nuestro país ha dado un gran salto: en lo político hacia una democracia plena aunque imperfecta; en lo social hacia una sociedad moderna y abierta, aunque persistentemente injusta por desigual, y en lo económico hacia la inserción en el denominado mundo de la globalización, con lo que supone nuevas situaciones de injusticias y marginación de millones de ciudadanos y ciudadanas.
En este contexto, se necesitarían miles de folios para narrar las vicisitudes históricas, sociales, sindicales y personales vividas, en el largo proceso desde esos días hasta hoy, partiendo de la premisa que formábamos parte de una generación, que citando al dirigente comunista italiano Pietro Ingrao, “pedíamos la luna“.
La vida de Manolo Oliva encarna la experiencia de lucha y trabajo revolucionarios del entonces joven andaluz que decide dedicar su tiempo a ocuparse por los demás de forma desinteresada jugandose la existencia, el puesto de trabajo, y siendo carne de cañón de la represión patronal. Entra en contacto con el mundo del trabajo a través del entonces movimiento socio político de la CSUT, y termina recalando, cuando el proyecto se agota, en las CCOO, asumiendo todas las consecuencias y las responsabilidades que implicaban la militancia sindical en esos tiempos oscuros.
Mano Oliva ha participado activamente, con muchos otros, cuya lista superaría el contenido de este escrito en la organización del Sindicato de las CC.OO. Hablamos de lucha obrera que generaba discusión interna, en los Convenios Colectivos. Mucho trabajo, muchas batallas, muchas situaciones de complicidad.
En los tiempos en el que la derecha económica y social atiza con una campaña el honesto trabajo de los sindicalistas, vinculándolos con los políticos instados corruptos, el retorno de Manolo Oliva a las CC.OO., revitaliza y da sentido a la necesidad que tiene de la clase trabajadora de dotarse de compañeras y compañeros, que identificados con su clase se afanen por avanzar en conseguir mejores condiciones sociales y de trabajo de aquellos muchos que nada o poco tienen, y oponiendo resistencia a las nuevas formas de explotación social.
Manolo Oliva siempre ha sido directo, rechaza ser comprendido por acumulación de argumentos. Ser comprendido así, es para él, perder el tiempo. Prefiere ser tomado en serio, como lo es, desde la decencia y honestidad.
Era fácil verlo enfadado del todo, y a veces indignado. Es de los que no se resigna, cuando cree que una idea o un proyecto son justos. Su madurez personal le llevaba sabiamente a pensar que la resignación es cosa de los débiles. Por tanto no se calla, porque el silencio es cosa de ignorantes, y no es que tenga un carácter fuerte, que lo tiene desde el respeto al contrario. Pero todos los que le conocemos sabemos que en el fondo y en la forma es un revolucionario con formas suaves, niño grande, maduro consciente, que cree en sus propias convicciones, que son las nuestras.
Era fácil verlo enfadado del todo, y a veces indignado. Es de los que no se resigna, cuando cree que una idea o un proyecto son justos. Su madurez personal le llevaba sabiamente a pensar que la resignación es cosa de los débiles. Por tanto no se calla, porque el silencio es cosa de ignorantes, y no es que tenga un carácter fuerte, que lo tiene desde el respeto al contrario. Pero todos los que le conocemos sabemos que en el fondo y en la forma es un revolucionario con formas suaves, niño grande, maduro consciente, que cree en sus propias convicciones, que son las nuestras.
Y Manolo de nuevo regresa a CC.OO., sin avisar, como para no molestar.
Para los que seguimos la batalla sindical y social, en este mundo inquieto, desigual e injusto, hay situaciones, como el encuentro de nuevo con Manolo Oliva, en el recuerdo de otros tantos compañeros y compañeras de las CC.OO. de Cepsa, en el que se nos alegra el alma.
Es cuando se produce, de nuevo, un impulso a la voluntad de seguir luchando.
Y seguimos sublevados ante la adversidad, y es cuando mas ganas tenemos de gritar juntos a aquellos que tienen la sangre roja, común de los que luchan por la existencia, el amor, las pequeñas cosas, el paisaje, el pan de cada día, la vida de todos.
Y seguimos sublevados ante la adversidad, y es cuando mas ganas tenemos de gritar juntos a aquellos que tienen la sangre roja, común de los que luchan por la existencia, el amor, las pequeñas cosas, el paisaje, el pan de cada día, la vida de todos.
Desde estas islas Canarias que tanto amo, hasta la España y el mundo entero, el mar que nos separa, se convierte en orilla, para seguir juntos en la lucha.
Nicolás Pérez Plasencia
Militante de CC.OO. desde 1971
2 comentarios:
Nicolas te has pasao, si es cierto con 15 años estudiando Bachiller comenzé mi andadura en el Colegio Salesianos integrandome en la HOCA (Hermandad Obrera Catolica) imprimiendo el manifiesto denominado Justicia Social en reuniones nocturnas bajo la justificación de lo que se denominaba Noches Blancas que de cara al exterior y a nuestras familias tratabamos temas de Ayudas Sociales, haciamos excursiones con la cobertura de los Salesianos a la Universidad Laboral de Sevilla para temas religiosos, allí nos veiamos con gente del PSOE, PCE, PTE etc.. clandestinos donde se creaba las ramificaciones de lo que se fraguaba de cara a un futuro democratico, tuve que pasar por el antiguo Tribunal de Orden Publico en Madrid en el año 1970 para dar testimonio a favor de un seglar que encarcelaron por causas politicas y fui objeto de vigilancia policial en muchas ocasiones en la clandestinidad, desde ahi en 1975 en la CSUT, etc...SI los que hemos vivido esto sabemos el miedo que se pasa y al mismo tiempo la satisfacción de saber estas construyendo algo de cara al futuro. Ahora muchos cachorros incultos y algunos malnacidos sin preparación, inteligencia, etica y sin la minima dignidad quieren derribarnos escondidos en el anonimato., conmigo lo llevan crudo, por cierto tengo una cita solicitada con el Comite de esta Refineria hace más de dos meses para verme las caras con algunos que han soltado algunas calumnias sobre mi sigo a la espera de la cita. Estoy preparando un escrito que verá la luz pronto donde ahi se refleja LA VERDAD de porque dimití en el Convenio y como no he buscado beneficio para jubilarme, algunos hace ya un año ya estaria jubilado y aqui estoy.
Si estoy en CCOO como militante de base con la decision bien meditada y con el convencimiento de que hoy es el unico Sindicato que está manteninedo el tipo a nivel genral en la sociedad ( no solo se defiende la Empresa donde se trabaja) aunque tambien tenga algunos presuntos casos de corrupción ¿donde no lo hay y maxime en una organización de esa dimensión? pero esto más pronto que tarde se laminará y volverá a tener la fortaleza que siempre ha tenido.
Reagrupemonos
Manolo Oliva
genial jose manuel
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