Durante los días 29 y 30 de Junio, los conductores de metro de Madrid han protagonizado un parón total, sin servicios mínimos.
Los usuarios del metro de Madrid rondan alrededor de dos millones de usuarios, convirtiéndose en el mejor sistema alternativo al coche particular.
El hecho que no haya habido servicios mínimos durante dos días, ha convertido a la ciudad madrileña en un auténtico caos en todos los sentidos. Trabajadores por cuenta propia o ajena, personas con citas, médicas, de trabajo, etc.,…personas todas.
En este conflicto entre METRO y sus trabajadores, los mas afectados han sido los usuarios del propio metro, que se han visto abocados a utilizar medios alternativos a todos luces insuficiente, ( redes de cercanías de tren, coche particular, bicicletas o bípedas (andando).
El conflicto tiene visos de continuidad si se tienen en cuenta las manifestaciones de unos y otros, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Dª Esperanza Aguirre, en contra de negociar con personas que cometen ilegalidades, es decir con aquellos que no cumplen los servicios mínimos y los asambleístas dispuestos a impedir que se conculquen sus derechos.
Fue interesante escuchar el otro día a dos personas que discutían, perdón hablaban, cada una argumentando sobre cuales de las partes incumplía verdaderamente la legalidad vigente.
Una de ellas decía: “Es que los Sindicatos han incumplido los servicios mínimos que establece la ley, y lo ha dicho tanto el PP como el PSOE, Esperanza como José Blanco…..”
Mientras que la segunda manifestaba “La ilegalidad comienza por la propia Presidenta, porque rompe un acuerdo legal de convenio colectivo entre partes, elevado a ley. No es de recibo que, sin negociar, diga a los trabajadores, os bajamos el salario por solidaridad”
Pues, ambas partes tiene razón, dada la inexistencia de servicios mínimos, pero también la existencia del convenio –ley- entre los trabajadores y la comunidad, y hay que tener en cuenta, que los propios trabajadores ni son funcionarios ni personal estatutario, son trabajadores con los mismos derechos y obligaciones de una empresa privada cualquiera. ¿Nos gustaría que nos rebajasen el sueldo un porcentaje importante porque sí? …¡y en una Empresa NO Pública!...Pregunto al viento
Luego, existe una segunda reflexión, ¿Para que una Empresa sea eficaz, productiva, etc...deben ser los trabajadores los que asuman los recortes?
¿Está bien que se incumplan los servicios mínimos, como forma de protesta eficaz?
¿Es ético el perjuicio de dos millones de personas y sus familias y empresas para reivindicar sus derechos?
¿Está bien que por decisión de una de las partes, e incumpliendo convenio, se rebaje el sueldo al otro con objeto de buscar una mayor rentabilidad?
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