Estamos leyendo en varios medios de
comunicación artículos sobre cómo el coronavirus se ha convertido en el mayor
experimento de trabajo desde casa en toda la historia. En estos medios se
lanzan preguntas como: ¿se está preparado para dicho cambio y/o se puede dar
libertad al trabajador para poder optar sobre esta forma de trabajo?
Ciertamente CEPSA a través de
acuerdo con la representación de los trabajadores hizo que el teletrabajo
formase parte del identitario de la Compañía, siendo para algunas Empresas,
Modelo a importar.
La realidad ha superado la ficción; la
realidad ha hecho que el Modelo de trabajo en remoto haya tenido resultados
realmente positivos, espectacularmente buenos.
Para sustentar la anterior afirmación
debiéramos tener alguna posibilidad de poder medir el éxito de tal medida en
forma empírica, a saber:
· Ratio de rentabilidad en el trabajo
(efectividad)
· Disminución del absentismo
No obstante, sin tener tales mediciones,
pero bien es verdad que todos hemos recogido los distintos “inputs” que en
respuesta han venido dando los distintos Responsables de Áreas con las
consiguientes felicitaciones a sus equipos: “se ha cerrado más pronto que
nunca, se ha realizado el trabajo mejor que nunca”, por lo que la constancia es
clara y meridiana: El teletrabajo, al menos en CEPSA, funciona.
Curiosamente, responsables que no veían
con buenos ojos el “teletrabajo” han descubierto por si mismos según los hechos
reconocidos, que la percepción que tenían de dicha forma de trabajo era
solamente debida a prejuicios del todo erróneos.
El Teletrabajo ha
venido para quedarse. Esa es la afirmación que en todas las
plazas públicas se pregona a los cuatro vientos; ahora bien, si efectivamente
este nuevo Modelo o Paradigma que parece ha cuajado a golpe de necesidad,
necesita de varias consideraciones:
1.
El
Gobierno deberá regular el teletrabajo para ofrecer una serie de garantías y
que sea sustento sobre el que poder negociar el mismo en los Convenios
Colectivos
2.
El
teletrabajo ha de ser reconocido como Modelo de igualdad con el Trabajo
presencial
3.
La
organización de la jornada deberá estar regulada –derecho a la desconexión-
4.
Se
deberá reforzar los aspectos preventivos y de Riesgos Laborales
5.
Se
deberá salvaguardar la privacidad de los trabajadores que realicen trabajo en
remoto
Como decíamos con anterioridad, si el
Teletrabajo ha venido para quedarse, es de justa medida hablar de los
beneficios que en distintos ámbitos conlleva tal modelo. A saber:
Una decidida apuesta por combatir la ESPAÑA
VACIADA evidenciando que nuestros pueblos podrían estar revitalizados con
esta forma de trabajo regulada.
Una clara evolución hacia una mayor SOSTENIBILIDAD
relacionada con el medio ambiente. (movilidad, contaminación, etc.).
Un refuerzo a la política de CONCILIACION
en la vida laboral y familiar.
Una disminución de COSTES muy
importantes en alquileres, parking, energía, mobiliario, y un tema importante a
tener en cuenta; La restauración con su posible cambio de paradigma.
Una disminución en los índices de ABSENTISMO
evidentes.
Un aumento del ratio de PRODUCTIVIDAD
en el trabajo.
Es claro que ante los beneficios que
conlleva para el conjunto, el Modelo de trabajo debiera ser replanteado y
consensuado, pasando de una Cepsa Presencial (donde se pueda) a una Cepsa en remoto
y de forma optativa, y que evidencia y avala los resultados indicados.
No obstante, los posibles ahorros de
costes importantes debieran ser, en su justa medida repercutidos en los
trabajadores. A modo de ejemplo: costes particulares energéticos de las
casas, el mobiliario ergonómico, ADSL, inmobiliario, etc. etc.
¡¡Si se quiere se puede!! Ha llegado el
momento de replantarse un nuevo modelo y debería estar consensuado entre todos.
Madrid,
a 12 de junio de 2020
CC.OO Torre y Delegaciones
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