Puta Leche

Es normal que nos equivoquemos, que fallemos, que se nos olviden las cosas, que no le debemos importancia a algo que...porque es nuestra naturaleza y como tal lo debemos de asumir, y como decía aquel ¡no pasa nada!

El problema está en que no se presta atención a quien da la voz de alarma, al que viviendo el día a día percibe el problema, el fallo, el error. Y es que los trabajadores y sus representantes estamos ahí como parte de una clase, la trabajadora, que también sabe de que va esto, porque sabe de su trabajo, son profesionales que cuentan, o debieran contar.

¿un ejemplo? Hemos repetido hasta la saciedad que en el Centro de Investigación se necesitaba LECHE, la ¡puta leche! que es necesaria para atacar algunos de los problemas causados por intoxicaciones lógicas, ¿lógicas?.

La madurez o la profesionalidad de los trabajadores está en asumir o recoger el guante y tratar de canalizar el problema que surge, porque si no ¿de que eres profesional? ¿o jefe? ¿o directivo? ...o RESPONSABLE.

Las voces clamaban en el desierto, pero NADIE era capaz de dar la orden, de decir ¡hagase de una puta vez!...y hubiese seguido así, sin asumir los riesgos, acallando, engañándose a uno mismo con el ...No pasará nada, hasta que por fin, ocurrio algo. Algo que se ha podido solucionar, que no ha llegado la sangre al río, pero ¿y si hubiese sido peor?.

Pero ha habido un accidente o incidente, una intoxicación....Y NO HABIA PUTA LECHE que ayudase a pasar el mal trago -nunca mejor dicho-, pero, ¡no pasa nada!, lo asumimos, porque somos personas pero tiramos el órdago y decimos en voz alta: coño, hagan caso a sus trabajadores, a sus representantes, que tambien dicen cosas...y con sentido común.

Bueno, todos y todas aprendemos de los errores, suponemos que esto no volverá a ocurrir.

Me han dicho alguien, con cariño, con interes...que el lunes o ...habrá leche. ¿he dicho LECHE? o ¿PUTA LECHE?